sábado, 18 de junio de 2011

Libros

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A mi me gustan los libros, de pequeña me comí el lomo y alguna que otra página de un "Mercarder de Venecia" encuadernado en cuero rojo... Mamy me regañó un poco, de lo que estoy segura es de que si me hubiera comido "El Breviario de la Fabada" con su magnífico prólogo, mamy me hubiera enviado a "El Hoyo" . Mira si es absurda mamy, que viene a la cocina, saca el libro de su vitrina y me lee en alto el prólogo:
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“Llegaban los árabes muy bien vestidos, bien armados, guapísimos.
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Venían haciendo de cada prado un camino y arreando ante sí a los asustados resistentes. Habían dejado atrás todo un sistema de higiene complaciente y hacían ondear sedas verdes y sonar curiosísimos clarines.
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Llegaban muy alegres porque la guerra era la victoria y porque ya les faltaban pocos pasos para llegar al mar.
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Hablaban entre sí, riéndose, y señalando hacia adelante.
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Estaban dando la espalda a Castilla. Traían higos en las mochilas y dátiles conservados en miel.
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Cazaban a las campesinas y les enseñaban novísimas técnicas del arte del amor.
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Estaban ya muy cerca; el viento del mar pasaba rozando los altos montes y llegaba hasta ellos haciendo relinchar a los caballos.
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Una gaviota había sido vista volando muy arriba. El árabe más alto dijo: «Sólo quedan dos o tres jornadas, descansemos.» Y se tumbaron sobre la hierba muy verde, arropados por las altísimas cumbres, dejando que los caballos piafaran y corrieran, abandonando a las campesinas retenidas, para que se contaran las unas a las otras las nuevas experiencias.
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Estaban los árabes muy felices, prometiéndoselas muy felices, gozando de la felicidad que da la meta, satisfechos de su cultura, de su elegante poesía, de sí mismos.
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Miraban hacia el cielo, despatarrados sobre el pasto, y algunos mordisqueaban una semilla y cantaban en voz baja.
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No sabían que al otro lado de las inmensas montañas no sólo estaba el mar, sino también el pueblo que inventó la fabada.
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Y fueron muertos.”
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¡¡¡Como si una pudiera estar escuchando hablar de Fabada sin que le entre cierto apetito!!!
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Los Breviarios del Árbol. Prólogo de José Esteban al Breviario de la Fabada de Paco Ignacio Taibo.
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