jueves, 9 de febrero de 2012

Psicópata

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A pesar de la larga temporada en Sedano al Coquer no se le ha pasado el mono. Este perrito está de psiquiatra. No llego a entenderle. Hace unos días se me ha declarado en huelga de hambre. Salvo el alimento que le doy en la mano no quiere comer nada. Ese mismo alimento servido en cazuela, lo rechaza. Sus mañas son las típicas de un niño mal criado. Patatas, pasta, lentejas, aun guisadas con carne, no las prueba. Otros veranos, la compañía de la Fita y el Grin le ponía nervioso. defendía su cazuela y les lanzaba una tarascada si se aproximaban demasiado. Este año vuelve la cabeza cuando le pongo la cazuela en el suelo como si fuese veneno. Su actitud es pura afectación, quiere preocuparme, pero le veo venir. Y si le dejo veinticuatro horas con la cazuela que, de entrada, ha rechazado, la comida desaparece en buena parte, aunque él amontone inteligentemente los restos para que abulten y yo piense que continúa sin probar bocado. Un psicópata como la copa de un pino.
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Miguel Delibes, Mis perros. Capítulo X. El Pasaje de las Letras 2009.
Acuarela: Santiago Bellido Blanco.
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